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Ahorrar en calefacción aunque tengas una mascota

Cuando se va acercando el invierno y van bajando las temperaturas, empezamos a poner la calefacción y a temer por nuestra economía, por la factura de energía.

Si tienes la suerte de que no estás en casa mucho tiempo, puede que tu gasto en este sentido sea menor. Sin embargo, hay quien tiene animales de compañía que están en casa todo el día y a los que no conviene dejar a temperaturas bajas. Esto puede hacer que, al dejar todo el día la calefacción puesta, la factura de electricidad o gas se te vaya a las nubes.

Veamos qué podemos hacer para que nuestra factura no suba mucho pese a tener mascotas en casa.

 

Ante todo revisa tu tarifa

No sólo hablamos de precios, también del tipo de tarifa e, incluso, la potencia. Tener una potencia que no acepte tener tanta calefacción o tantas horas puede conllevar problemas tanto económicos (para ti) como de salud (para tu mascota).

Si, además, tienes una caseta para perro con su propia calefacción, es bueno que pruebes que todo puede funcionar a la vez y de forma correcta antes de comenzar a usarla.

Otra de las cosas que puedes hacer es pasarte a una tarifa con discriminación horaria. Estas tarifas tienen un periodo de 14h más barato que el precio normal y uno de 10 más caro. Sin embargo, si la calefacción va a estar puesta muchas horas, es bastante probable que te salga más económica.

 

La calefacción de la caseta para perro

Aqui viene el gasto importante. Puede que no sólo tengas la calefacción a tope dentro de casa cuando tu mascota está dentro, sino que puede que, en su caseta para perro, también tenga algún dispositivo de calefacción.

En este caso lo primero que te recomendamos es que busques métodos de calentar la caseta que no requieran de calefacción. Puedes poner mantas, aislar la puerta o poner bolsas de calor.

Si, de todas formas, eres de los que prefiere calefacción tienes dos opciones más económicas. Una de ellas sería un calefactor eficiente y la otra, y más recomendable, son los acumuladores de calor. Estos aparatos acumulan la energía y producen el calor cuando se descargan. De esta forma, si lo añadimos a la citada discriminación horaria, podemos cargarlos en el periodo barato, y descargarlos en el caro.

 

Cuidado con la calefacción

Sin embargo, tener mucho la calefacción puede ser dañino para nuestra mascota. Es importante que, la diferencia de temperatura entre la casa, la caseta de tu perro y el exterior no sea muy elevada. Si va pasando del jardín a la caseta y de ahí a la casa, irá cambiando mucho de temperatura y puede ser malo para su salud.

Los perros pueden alterar algunos de sus ciclos debido a la alta temperatura, como puede ser el del pelo. También pueden sufrir enfermedades como la faringitis o un catarro.

Exponer a un perro o gato a una calefacción demasiado elevada puede incluso alterar su ciclo de muda de pelo. Generalmente los gatos disfrutan de las temperaturas cálidas; los perros, por el contrario, pueden llegar a presentar problemas como faringitis o resfriados.

Si vas a poner la calefacción, tanto en casa como en la caseta, y es tipo calefactor, hazlo cuando no esté él o a una temperatura moderada.

Por otra parte, ciertos calefactores funcionan a gas y con monóxido de carbono, lo cual puede ser bastante dañino para la salud de tu perro.